El uso de esteroides anabolizantes-androgénicos EAA en la actividad deportiva y física ISSP
En tercer lugar, las pruebas en humanos y animales indican que los EAA también poseen efectos hedónicos, que probablemente fomentan la dependencia a través de mecanismos compartidos con drogas adictivas, especialmente los opioides. El bajo refuerzo de los andrógenos es comparable al de los reforzadores moderados, como la cafeína o las benzodiazepinas. Los individuos que utilizan dosis elevadas de EAA corren el riesgo de desarrollar dependencia a los EAA porque pueden desarrollar síntomas depresivos, anhedonia y fatiga cuando suspenden el consumo. El abuso de esteroides anabolizantes se asocia con problemas urogenitales, acné y enfermedad cardiovascular y hepática.
Y un análisis más detallado sugirió que los efectos podrían ser incluso mayores entre los consumidores de larga duración. Aunque son muy eficaces, tanto los esteroides sistémicos como los inhalados se asocian a muchos efectos secundarios metabólicos, cardiovasculares y musculoesqueléticos potencialmente graves, así como a efectos neuropsiquiátricos. Pope y Katz (1987, 1988) llegaron a la conclusión de que las personas que usan EAA desarrollan a menudo síntomas psicóticos y/o del estado de ánimo. Aunque la encefalitis anti NMDAr es una enfermedad seria y potencialmente mortal , la mayoría de los pacientes que reciben diagnóstico y tratamiento oportuno tienen una buena recuperación.
Entrenamiento bajo evidencia
El tratamiento de elección para un adicto a los esteroides va dirigido fundamentalmente a que la persona cambie la forma de relacionarse con su cuerpo. Ayudarle a gestionar apropiadamente los pensamientos, emociones y comportamientos que le hacen estar pendiente de su musculación de forma compulsiva. También aumentan los niveles de otras hormonas sexuales que generan un descontrol hormonal que pueden provocar un crecimiento rápido y menor (en caso de adolescentes y niños) privándoles del crecimiento natural que deberían haber tenido. Cuando un adolescente o niño consume esteroides, los niveles estandars de hormonas se descompone y producen señales internas por ejemplo a huesos, para que dejen de crecer.
- Puede ser útil la implementación de programas que enseñan maneras alternativas y saludables para aumentar el tamaño de los músculos y mejorar el rendimiento a través de una buena nutrición y técnicas de entrenamiento con pesas.
- A nivel metabólico, la administración de testosterona exógena puede reducir los niveles de lipoproteínas de alta densidad e incrementar los de lipoproteínas de baja densidad11.
- Si la sangre no llega al cerebro, podría producirse un ataque cerebral o apoplejía”, advierten desde el NIDA.
Además del aumento de los niveles de glóbulos rojos, esta práctica de doping incrementará el VCM, la HCM y la capacidad de fijación del hierro. De este modo, el eje hepcidina-ferroportina es el encargado del mantenimiento de los niveles corporales de hierro y de la actividad eritropoyética de la médula ósea36, explicando la relación inversa existente entre los niveles de hepcidina y las reservas corporales de hierro37. Al tiempo que, también explica, el motivo por el que la administración de agentes estimuladores de la eritropoyesis (EPO), para llevar a cabo su función de estimular la síntesis de eritrocitos en la médula ósea, reduce los niveles de hepcidina en suero38. Los problemas que causan los esteroides, vienen cuando la persona que consume esta sustancia no tiene ninguna de las enfermedades que mencionamos más arriba, y por el abuso de la misma.
Primeros efectos Secundarios de los Esteroides Anabolizantes
Los esteroides anabólicos fabricados en laboratorio se usan para el tratamiento de diversas enfermedades y problemas médicos, especialmente en las personas que no producen suficiente testosterona natural. Por lo tanto, creemos que la lucha contra los anabolizantes esteroideos y cualquier otro tipo de sustancias dopantes es muy importante para concienciar a la gente de que su consumo puede traer unos cuantos “efectos positivos”. Como ya sabemos, los anabolizantes son andrógenos sintéticos derivados de la testosterona, denominados así por ejercer en el organismo acciones o efectos androgénicos (masculinizantes) y anabolizantes (construcción o aumento de los tejidos) imposibles de disociar (13).
- A menudo el comienzo del consumo se
produce en la adolescencia, siendo la mejora de la apariencia física uno de los motivos
más importantes (Buckley, Yesalis, Friedl, Anderson, Streit y Wright, 1988). - Donde parece haber menos acuerdo es respecto a la existencia de
mecanismos de refuerzo primario. - Toda la información incluida en la Página Web está referida a productos del mercado español y, por tanto, dirigida a profesionales sanitarios legalmente facultados para prescribir o dispensar medicamentos con ejercicio profesional.
- Los deportistas pueden tomar esteroides durante un determinado periodo de tiempo, detener la toma y empezar de nuevo varias veces en un año.
- Cada vez hay también más pruebas de que fumar incrementa las probabilidades de que una persona desarrolle esclerosis múltiple.
- Varios estudios han abordado el primer objetivo estableciendo
asociaciones entre el tratamiento hormonal y un estímulo aversivo incondicionado (Miele,
Rosellini y Svare, 1988; Ganesan et al., 1993).
Los sesgos en la selección de las muestras, las diferencias individuales, la
dudosa autenticidad de las sustancias obtenidas en el mercado negro y la ausencia de
analítica que confirme el consumo dificultan la validez de los resultados y de las
conclusiones obtenidas (Cicero y O’Connor, 1990; Lukas, 1993). La investigación
futura en este punto debería subsanar estas deficiencias, ya que la evidencia, aunque
confusa, sugiere que al menos en ciertos casos, el consumo de EAAs puede conducir al
desarrollo de la dependencia de estas sustancias. Así como los estudios realizados con CPL son unánimes en mostrar que
la T tiene propiedades reforzantes, en cuanto a la autoestimulación intracraneal, no se
observaron variaciones en los sistemas de refuerzo tras la administración de EAAs en
ratas macho. Por otro lado, las ratas parecen no auto-administrarse EAAs, aunque estos
datos (Cicero y O’Connor, 1990) no han sido posteriormente corroborados.
Sólo un 2% de la testosterona se encuentra en forma libre en la sangre, el 53-55% está unida débilmente a la albúmina sérica y del 43-45% se encuentra fuertemente unida a la globulina enlazante de la testosterona-estradiol (TeBG) (2)(3). La testosterona, a su vez, es una hormona sintetizada en el cuerpo a partir del colesterol, es decir, comparten su misma estructura química, son un ciclopentanoperhidrofenantreno (3 ciclohexanos y 1 ciclopentano) (1). Todo esteroide anabólico androgénico puede causar algún grado de acné si se consume en cantidades altas.
YouTube puede ser fuente de apología del consumo de esteroides anabolizantes
Anshel (en prensa) y Bahrke y Yesalis (en prensa) dan cuenta con mayor detalle de algunos de estos efectos adversos. Se ha comunicado que los EAA estimulan selectivamente las neuronas del sistema somatomotor y los circuitos asociados a la agresión (Stumpf y Sar, 1976). Goldman, Bush y Klatz (1984), Taylor (1982, 1987a, 1987b) y Wright (1978, 1982) http://aqui-hay-esteroides.com señalaron la existencia de cambios psicológicos y del comportamiento, como aumento de la agresividad y la irritabilidad. Perry, Andersen y Yates (1990) encontraron que los levantadores de pesos tenían mayores niveles de hostilidad, agresividad, depresión, ideación paranoide, rasgos psicóticos y trastornos de la personalidad cuando tomaban EAA.
Esteroides: ¿drogas adictivas?
Las
principales diferencias entre ambas ediciones en lo que respecta al tema que nos concierne
radican, en primer lugar, en que el DSM-IV incorpora el diagnóstico adicional de
dependencia fisiológica, para el cual ha de cumplirse el criterio de tolerancia (criterio
1), el de abstinencia (criterio 2), o ambos. En segundo lugar, en el DSM-IV, además de
integrar los tres criterios del DSM-III-R relativos a los síntomas de abstinencia en un
solo criterio, se incluye otro referido a la persistencia del consumo a pesar de su
conexión con problemas físicos y psicológicos (criterio 7). Cuando la dependencia sólo
se caracteriza por un patrón de uso compulsivo (cumpliéndose al menos tres de los
criterios 3-7) no se puede decir que exista dependencia fisiológica.
Por otra parte, a menudo es difícil juzgar si los efectos en el comportamiento y los efectos psiquiátricos son atribuibles al uso de EAA per se, a los rasgos subyacentes de la personalidad del consumidor de EAA, o bien a los factores psicosociales que favorecen el uso. A este respecto debe ser mencionado que los consumidores crónicos de EAA presentan, con frecuencia, rasgos antisociales, narcisistas e histriónicos. Además, varios estudios han sugerido que las dosis suprafisiológicas de EAA pueden causar directamente síntomas hipomaníacos o maníacos, asociados a veces a agresión y violencia. Existe cierta evidencia indirecta de la participación del sistema
noradrenérgico en los mecanismos bioquímicos de la dependencia de los EAAs como
consecuencia de la actuación de los péptidos opiáceos.
Más información
“Aunque es probable que exista una relación causal entre el uso de glucocorticoides y los cambios en el cerebro sobre la base de este estudio y de otros anteriores, la naturaleza transversal de este estudio no permite sacar conclusiones formales sobre la causalidad”, advierten los investigadores. La comparación de los resultados de las resonancias magnéticas mostró que tanto el uso de esteroides sistémicos como inhalados se asociaba a una estructura de la materia blanca menos intacta que la observada en las exploraciones de quienes no tomaban estos fármacos. La materia blanca desempeña un papel en la conectividad neuronal y la señalización en el cerebro. A ninguno de los participantes en el estudio se le habían diagnosticado previamente trastornos neurológicos, psiquiátricos u hormonales (endocrinológicos) ni tomaba medicamentos que alteraran el estado de ánimo, como los antidepresivos.
Tal y como Brower (1993) destacó, la revisión de la literatura
muestra que no todos los consumidores de EAAs se convierten en dependientes. En los
estudios revisados se observaron importantes diferencias en el porcentaje de casos
diagnosticados según el DSM-III-R. Además, no se ha descrito ningún caso de dependencia
con dosis terapéuticas por prescripción médica (Lukas, 1993).